La publicidad durante la
Segunda Guerra Mundial: Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, la
industria de la publicidad se encontró ante la perspectiva de una necesidad
mucho menor de publicidad de consumo y dirigió su atención al esfuerzo bélico. El Consejo de Publicidad de Guerra ( WarAdvertising
Council) se fundó apenas cuatro se manas después del bombardeo de Pearl Harbor,
como auxiliar de la Oficina de Información de Guerra estadounidense. El objeto
de la organización era trabajar con el gobierno para ayudar a movilizar al país
hacia la victoria.
Una de las campañas más conocidas fue la que realizó
la agencia de publicidad J. Walter Thompson para alentar a las mujeres a ocupar
los puestos de los hombres que estaban en la guerra. El esfuerzo del Consejo de
Publicidad de Guerra tuvo tanto éxito que el presidente Franklin D. Roosevelt
pidió que éste perdurara para promover proyectos en tiempos de paz. En 1945, la
organización se rebautizó con el nombre de Consejo de Publicidad y, todavía se
sigue promoviendo una serie de causas sociales. Entre 1940 y 1950, el gasto para
publicidad se duplicó con creces y la televisión captó la atención de millones
de espectadores a medida que el medio evolucionó de ser novedad a ser una
institución social. Millones de espectadores dejaron de jugar al bridge, ir al
cine o incluso abandonaron las conversaciones sociales para sintonizar a Milton
Berle y La pregunta de los $64, 000, y los dólares para la publicidad no
tardaron en llegar. La publicidad no sólo contribuyó con el crecimiento, sino que fue
parte de él, pasando de un gasto de 5,800 millones de dólares en 1950 a 28,300
millones de dólares en 1975; es decir, un crecimiento de 490%. Durante esta
época hubo muchas circunstancias que afectaron la publicidad.
Una estrategia de orientación local para el marketing
global. Las grandes comercializadoras como Coca-Cola, Sony, Ford y Procter
& Gamble seguirán expandiéndose en el mundo entero. Las constantes fusiones entre compañías telefónicas,
de cable y de servicios de programas son un indicio del hecho de que estas
grandes corporaciones piensan que la interactividad es la ola del futuro. La llamada supercarretera electrónica ofrece la
perspectiva de un acceso bilateral fácil entre compradores y vendedores.
Revolución Industrial. La Revolución Industrial
produjo la necesidad de la publicidad. Empezó alrededor de 1750 en Inglaterra,
y se extendió a Estados Unidos; progresó lentamente hasta principios del siglo
XIX, cuando la guerra de 1812 promovió la producción doméstica. Otros acontecimientos igualmente revolucionarios
fueron parte de la amplia Revolución Industrial. Primero, se dio una revolución
en el transporte, simbolizado de manera dramática por la conexión por
ferrocarril del Este y el Oeste de Estados Unidos en 1869. La búsqueda del poder por parte de los fabricantes en
el canal de distribución es una faceta estándar de los sistemas económicos
capitalistas.
La aparición de los medios
masivos de comunicación.
La publicidad también está atada a la aparición de los medios masivos de
comunicación. Con el invento del telégrafo en 1844, se inició una revolución en
las comunicaciones. Es básico comprender que en su mayor parte, los medios masivos en
Estados Unidos están sostenidos por la publicidad. Las cadenas de televisión,
estaciones de radio, periódicos y revistas producen artículos, películas y
programas, no con la meta final de divertir o informar, sino de obtener una
utilidad saludable por la venta de publicidad. Los de medios venden públicos.
Los años 20 fueron una época de prosperidad. La
mayoría de los norteamericanos disfrutaron de un estándar de vida nunca antes
igualado. Fue una época de considerable hedonismo, el principio del placer se
practicaba y apreciaba, abiertamente y a menudo. Otro aspecto muy importante de la publicidad de los 20, y más
allá, era el papel que la ciencia y la tecnología empezaron a desempeñar. La
ciencia y la tecnología eran, de muchas formas, las nuevas religiones de la era
moderna. La manera moderna era la forma científica. Así veíamos anuncios que
apelaban a la popularidad de la ciencia incluían virtualmente todas las
categorías de la publicidad durante este periodo. Los anuncios hasta insistían
en las últimas ofertas científicas para la educación de los niños y la “ciencia
doméstica”
La Segunda Guerra Mundial
y los años cincuenta (1941 a 1960):
Después de la Segunda Guerra Mundial, la economía
siguió mejorando y la carrera por el consumismo se reanudó. Sin embargo, en
esta ocasión el sentimiento público por la publicidad era fundamentalmente distinto
del de la década de 1920. Durante los cincuenta, cuando se dio una gran
preocupación por el crecimiento del comunismo, el problema del “control mental”
se convirtió en una paranoia norteamericana y muchas personas creían que la
publicidad estaba involucrada. Esta época también vio el
crecimiento en la economía estadounidense y en los ingresos de los hogares. Los
suburbios surgieron y con ellos, una explosión del consumo. El cambio tecnológico
era inclemente y fascinaba a la nación. La televisión, el teléfono y la
lavadora y secadora automática se volvieron comunes en el estilo de vida
norteamericano. Los anuncios se caracterizaban por escenas de la vida moderna,
promesas socia les y una dependencia en la ciencia y la tecnología.
Lo único en verdad revolucionario fue la revolución
creativa. Esta se caracterizó por los “creativos” (directores de arte y
redactores de textos) que tuvieron más que decir en la administración de sus
agencias. El énfasis en la publicidad fue de “servicios auxilia res al producto
creativo; de la ciencia y la investigación al arte, inspiración e intuición”.
La apariencia de la publicidad durante este período era limpia, reducida y
dispersa, con textos simples y un sentido del humor de burlarse de sí misma. Si bien la publicidad durante este periodo presentaba
a más afroamericanos y mujeres, el esfuerzo por representar y atender a estos
consumidores de manera adecuada era mínimo; las prácticas de contratación y
promoción de las agencias publicitarias con res pecto a minorías fueron
desafiadas formalmente en los tribunales.
La década de 1970 también señaló un periodo de
crecimiento en la tecnología de las comunicaciones. Los consumidores empezaron
a rodearse de dispositivos relacionados con la comunicación. La publicidad moderna había entrado en su segundo
siglo y etapa más consciente de sí misma que nunca antes. Guiños y
asentimientos con la cabeza del público conocedor de los medios eran comunes.
Era rápida y estaba en todas partes. Era desafiada por la red y otros medios
nuevos su conformación era cambiada y vuelta a inventar, pero seguía siendo
publicidad. Ahora, en los primeros años del siglo XX aun cuando
las audiencias de las cadenas de televisión parecen reducirse un tanto, y
virtualmente todos los difusores han adquirido servicios de internet, parecen
estar menos preocupados por la supervivencia de la transmisión como un medio
para la publicidad tradicional, a lo que estaban hace poco.